La estructura de tres actos es la más conocida y utilizada por escritores. Consta de tres etapas que generan tramas cautivadoras. Aristóteles descubrió que todas las historias que interesaban a la gente se dividían de esta manera.
El planteamiento es la presentación del escenario, los personajes y sus motivaciones. Este acto cierra con un evento crucial que hará que la trama gire completamente a una nueva dirección, esto ocurre al 25% de tu historia.
El desarrollo es donde ocurre todo el conflicto, la trama y los cambios. Ocupa del 25% al 75% de tu historia y culmina con un gran momento donde se revela el mensaje que harán que tus personajes cambien para afrontar el tercer acto.
En el desenlace todo parece estar en contra de tu personaje, así que debe enfrentar al antagonista y lograr su objetivo principal. En este punto es evidente la evolución del personaje y lo aprendido a lo largo de la trama.
«Tu personaje quiere algo con intensidad, encuentra obstáculos para conseguirlo, se sumerge en un entorno hostil del que aprende y evoluciona para lograr obtener lo que quiere, o no.»
Puedes escribir una antitrama, es decir, una trama sin Estructura Aristotélica, pero es importante conocerla porque es la base de las estructuras modernas como El paradigma de Syd Field, El viaje del héroe de Joseph Campbell, Save the Cat de Blake Snyder, entre otras.
Ha realizado estudios de redacción, crítica literaria, creación literaria, dramaturgia y guionismo con especialistas de cada área. En su canal de Youtube, Lecturas en perspectiva, realiza análisis críticos de novelas y explica teorías literarias.
La estructura de tres actos es la más conocida y utilizada por escritores. Consta de tres etapas que generan tramas cautivadoras. Aristóteles descubrió que todas las historias que interesaban a la gente se dividían de esta manera.